lunes, 12 de diciembre de 2011

Antes de poner en duda una sola de mis palabras dime cuándo te he mentido.

Los músculos me duelen porque los he utilizado, ahora me cuesta subir esas escaleras porque he subido todas las noches para tenderme junto al hombre que me amaba, tengo unas cuantas arrugas si, pero he visto miles de cielos y días soleados, si. Yo soy y me siento asi porque he bebido y fumado, vivido y cantado, sudado, amado, bailado y hecho el amor tanto que he tenido una vida estupenda, en serio. Envejecer no es malo. Envejecer es un premio.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Que pase el siguiente

"Pero, si los ojos hablan, el más idiota podía haber adivinado que estaba loco por ella; me comprendió al fin y me miró a su vez con la más dulce de las miradas. ¿Qué hice entonces? Lo confieso con vergüenza: me encogí glacialmente dentro de mí como un caracol; a cada mirada me encogía más adentro y con más frío, hasta que, al final, la pobre inocente llegó a dudar de sus propios sentidos y, abrumada de confusión ante su supuesto error, persuadió a su mamá de levantar el campo. Por este curioso aspecto de mi carácter me he ganado la reputación de ser deliberadamente insensible.Cuán inmerecida es, sólo yo lo puedo apreciar."


                                                                               Cumbres Borrascosas.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Dulce introducción al caos.


Te juro que no hay día en el que no piense en ti, en llamarte, en verte. En lo distinto que sería todo si te dijese lo que hay.
Me encantaría que me contases que has conocido a alguien. Que es guapísima. Más alta que yo, aunque tampoco mucho, lo suficiente como para poder ponerse unos buenos tacones y que aún así seas mas alto que ella, morena, con el pelo largo oscuro y ojos verdes. Una chica inteligente, con la que hablas de cualquier tema porque sabe de lo que habla y que no va dando palos de ciego por la vida. Divertida, pero con un humor fino. Que es elegante y discreta, pero que la gente no pueda evitar mirarla cuando pasa. Que te quiere y que te hace feliz. Que no fuma y que no tiene tatuajes ni pendientes de más. Que todo el mundo te dice la buena pareja que hacéis y que me caería genial, y lo peor es que me gustaría para ti, aunque es algo que no te reconoceré en la vida.
Te prometo que rezo para que un día me llames y me digas que has encontrado a la chica que estabas buscando, porque contra ella no podría competir,- si es que he tenido esa opción alguna vez.
Y todo esto para ahorrarme el mal trago de seguir pensando en cómo decirte las cosas, para evitarme más comeduras de tarro y zanjar el asunto, que ya me toca.
Dejaría de pensar en ti al oír algunas canciones, pasaría página y a lo mejor podría empezar a quedar con otros sin miedo a que puedan querer algo más que un café y un par de copas.

De verdad que no hay día en el que no me arrepienta de cómo estoy haciendo las cosas. De la cobardía con la que estoy dejando que todo pase y que el tiempo haga mella. De lo injusta que he sido todo este tiempo pensando sólo en una cara de la moneda sin plantearme lo que se te pudiese pasar a ti por la cabeza.

Prometo que algún día le echaré huevos. Aunque ya sea tarde, pero los echaré. Y ese día me tiraré de los pelos por no haber hecho nada antes, porque a lo mejor Dios, o el universo, o el karma, o todos juntos quisieron concederme el deseo de que encontrases a la chica que pedí para ti. Y querré morirme. Pero, como siempre se ha dicho, “caerán más lágrimas por las plegarias escuchadas que por las no atendidas”, pero serán las últimas lágrimas que te dedique.

lunes, 10 de octubre de 2011

Sólo a veces

A veces
alguien te sonríe tímidamente en un supermercado
alguien te da un pañuelo
alguien te pregunta con pasión qué día es hoy en la sala de espera del dentista
alguien mira a tu amante o a tu hombre con envidia
alguien oye tu nombre y se pone a llorar.

A veces
encuentras en las páginas de un libro una vieja foto de la persona que amas y eso te da un tremendo escalofrío
vuelas sobre el Atlántico a más de mil kilómetros por hora y piensas en sus ojos y en su pelo
estás en una celda mal iluminada y te acuerdas de un día luminoso
tocas un pie y te enervas como una quinceañera
regalas un sombrero y empiezas a dar gritos.

A veces
una muchacha canta y estás triste y la quieres
un ingeniero agrónomo te saca de quicio
una sirena te hace pensar en un bombero o en un equilibrista
una muñeca rusa te incita a levantarle las faldas a tu prima
un viejo pantalón te hace desear con furia y con dulzura a tu marido.

A veces
explican por la radio una historia ridícula y recuerdas a un hombre que en vida fue tu amigo
disparan contra ti sin acertar y huyes pensando en tu mujer y en tu hija
ordenan que hagáis esto o aquello y enseguida te enamoras de quien no hace ni caso
hablan del tiempo y sueñas en una chica egipcia
apagan las luces de la sala y ya buscas la mano de tu amigo.

A veces
esperando en un bar a que ella vuelva escribes un poema en una servilleta de papel muy fino
hablan en catalán y quisieras de gozo o lo que sea morder a tu vecina
subes una escalera y piensas que sería bonito que el chico que te gusta te violara antes del cuarto piso
repican las campanas y amas al campanero o al cura o a Dios si es que existiera
miras a quien te mira y quisieras tener el poder necesario para ordenar que en ese mismo instante se detuvieran todos los relojes del mundo.

A veces
sólo a veces
gran amor

domingo, 9 de octubre de 2011

Si estás porque estás, si no estás porque no estás. Si vienes porque vienes y si te vas, porque te vas. 
El huir de ti. El huir contigo. El huir sin ti.
Nada contigo, nada puedo hacer sin ti.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Es la puta realidad.

Te pones un poco de perfume y sonríes desde la barra y bebes dejando en el vaso unos labios de carmín.
Él está esperándote,mañana hay que trabajar duro.Y tú no llegas.Se revuelve inquieto en la cama y mira el despertador: las tres de la madrugada. Y está solo. Adormilado,siente unos pasos y percibe el olor de tu perfume. Se levanta y te ve borracha,como cada día.
De la caja de herramientas saca una tubería de cobre y te asesta un golpe en la cabeza.
Y nadie te echa de menos,ni en el trabajo,ni en la vida. Y de tu vaso bebe otra mujer.


Cómo hacer absolutamente infeliz a un hombre.
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jueves, 25 de agosto de 2011

Y esta vez nos equivocamos todos.


Todavía recuerdo la primera vez que oí hablar de la Ley de atracción. Como si de un teorema matemático se tratase, todo parecía encajar. Remontarte al pasado y ver que, efectivamente, cuando pensabas en una persona acababas encontrándotela o te llamaba o cosas similares. Sonaba disparatado pero… ¿por qué no? Parecía fantástico.
El problema viene cuando llevo semanas esperando a que esta ley haga efecto. Y no pasa nada. Lo llaman “el secreto”, pero lo cierto es que lo único confidencial es que no apareces. Ya me he cansado de buscarte, me he hartado de esperarte. No puedo más contigo. Aunque tampoco sé si ahora podré sin ti.

Has sido mi primera gran apuesta y mi primera quiebra. Mi único all-in. Mi “primera” vez. Pero al final, con lo que me quedo es con que has sido mi mayor decepción.
Siempre hay una primera vez para todo, es sólo que en esta ocasión pensé (que quién me mandará a mí pensar nada a estas alturas, ¡después de tantas hostias como nos hemos dado!) que iba a ser diferente. Que valdría la pena arriesgarlo todo, mandar el mundo a la mierda con toda su negatividad y pensar que la lógica por un lado no tendría nada que hacer. Pero ya ves que me equivoqué, no tengo ningún problema en reconocerlo.
Lo que de verdad me jode es pensar que se te podrá estar pasando a ti por la cabeza.

Y lo peor es que ya ni me molesta. Me da completamente igual. Pero, si quieres un consejo de parte de una persona a la que ya se la pela del todo: la próxima vez intenta ser un poco más listo.

viernes, 15 de julio de 2011

¿Capaz o incapaz?


Felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenio... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que la cara B de Abbey Road, los solos de Hendrix. Mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson, mejor que Woodstock y sus fiestas mas orgásmicas...mejor que los excesos del Marqués de Sade, Arthur Rimbaud, Morrison y Castaneda... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

martes, 10 de mayo de 2011

De haberlo sabido...

He estado dándole vueltas y creo que ya se qué es lo que echo de menos de ti: la seguridad. Me encantaba poder hablar contigo a cualquier hora sabiendo que tú también lo querías así. Me encantaba saber que te gustaba hablar conmigo y que no importaba el momento. Ahora no estoy segura de nada. No confío en otras relaciones porque no sé si me excedo o si me quedo corta, no sé que se espera de mi, ni si hay un nosotros, ni si lo va a haber. Me has hecho rebobinar.
Quiero que sepas que me gusta el fútbol. Me encanta la forma en que la gente consigue expresarse y desfogarse partiendo de algo tan absurdo y banal. No soy una fanática, pero me encanta ver un partido en compañía de mis amigas, un par de botellines de cerveza y grandes dosis de pipas y nicotina; aunque tú lo odies.
Me encantan las películas raras, las historias de amor en las que el bueno acaba mal, el amor no triunfa y cada uno de los protagonistas se va a su casa sin más acompañante que ellos mismos.
Me gustan los libros cuyo final no te saca de nada y no tienen nada de autoayuda, pero que tienen como conclusión que no siempre las historias acaban bien, que no todo tiene porqué tener un final, pero que existe un camino para recorrer.
Pero también me gustan las comedias románticas que se basan en historias de amor absurdas e imposibles.

Me encanta fumar sola, los días como hoy y el sonido que hacen las hojas en el asfalto cuando las arrastra el viento. Pero también odio el tic-tac de los relojes y adoro emborracharme como una niña de quince años para tener al día siguiente una resaca descomunal y un montón de anécdotas patéticas pero divertidas.

Soy muy romántica, pero igual lo que no sabes es que también tengo veinte años, que tengo una edad estupenda para caerme y levantarme, para caerme y quedarme en el suelo llorando de la risa porque la caída ha sido sublime y para hacer el tonto como no podré hacerlo nunca más.

Quiero que me devuelvas mi seguridad. Puedes quedarte con lo que quieras, pero mi seguridad la quiero, porque necesito avanzar.

martes, 15 de marzo de 2011

2009

Todavía no hace un año que me di cuenta de que te quería un poco demasiado.
Creo que después de seis meses esperándote, tres meses queriéndote olvidar y dos meses lamiendo heridas, empiezo a querer un futuro sin ti, y duele.
Duele porque después de un año con ganas de ti tengo que borrarlo todo de golpe.
Duele porque eres la persona que más he querido y en la que más he confiado.
Duele porque eres el único al que le hubiese dado el mundo, mi mundo, y no lo quisiste.
Duele porque no me valoraste, ni a mí ni a todo lo que podía ofrecerte.

Pero no importa, me da igual. A pesar de todo sigo echándote de menos. Ni un poco ni bastante, lo suficiente como
para darme cuenta de que realmente te quiero, te he querido y me importas.

sábado, 5 de febrero de 2011

¿Cuándo fue la última vez que te dijeron que te querían?
Ya ni te acuerdas.
Es triste, ¿no? No recordar la última vez que has dicho te quiero, a quién se lo dijiste y por qué. Probablemente porque era verdad, pero probablemente no.
Lo habrás soltado al aire… sin importar quien estuviera cerca lo dijiste y punto…
¿Cuántas veces has dicho te quiero de verdad? ¿y lo siento? 

sábado, 29 de enero de 2011

La musa es el medio.

Anoche volví a fumarme un cigarro en la ventana. Dios mío, la última vez que lo hice fue poco antes de dejarlo con él. Hablábamos por teléfono y los dos nos fumábamos el último antes de acostarnos. Como si estuviésemos en la misma habitación. Y no decíamos nada, manteníamos esas conversaciones en las que el cincuenta por ciento del tiempo estás callado pero intuyes su sonrisa al otro lado de la línea y tan solo oyes su respiración. No estábamos enamorados, pero tampoco eso importaba demasiado. Jugábamos a que nos queríamos y fingíamos que la relación de verdad nos importaba. Los dos lo sabíamos, pero nos gustaba así. Quizás por eso no funcionó. Porque no era ÉL, el apropiado, el CHICO que daría un auténtico significado a los días pendientes del móvil, las llamadas a medianoche y a las miradas y caricias furtivas. Pero tampoco lo fueron los demás. Cuando se acabó decidí dejar los cigarros de antes de acostarme, por eso que dicen de que el tabaco viene asociado a determinados momentos como el de después de un baño en la playa o el que viene acompañado de un mediano en cualquier cafetería.
Ayer fue distinto. El móvil estaba encima de la mesilla, y no había nadie al otro lado. Tampoco había nadie en la habitación, ni siquiera en la calle. Estaba yo sola, pensando en nada, recordando lo distintos que fueron esos cigarros en otros momentos. Tampoco me importó demasiado. En cierto modo lo agradecí. Parece ser que el significado de las cosas cambia con el tiempo, y di gracias por ello.
Recordé algunas rimas de Bécquer: Hoy los cielos y la tierra me sonríen, hoy llega al fondo de mi alma el sol. Pero no le he visto, ni me ha mirado, pero aún así sigo creyendo en Dios. Y no tengo prisa.

jueves, 27 de enero de 2011

Siempre quedarán justos en Sodoma

Creo que actualmente, y estadísticamente hablando, más del 90% de los jóvenes de hoy en día están registrados en algún tipo de red social. Facebook, Tuenti, Hi5… llamémoslo X.
Si tienes una cuenta en cualquiera de ellos y te dedicas a leer tablones de distintas personas, comentarios o eventos recibidos te fijas en que se podrían resumir en los siguientes temas: regalo mascotas, por lo menos hay una persona en tuenti que quiere algo contigo, horóscopos, intenta escribir tu nombre con el codo y otra serie de estupideces del estilo y que podría estar nombrando durante horas y horas. El número de textos que merecen la pena, que transmiten algo, que son meramente interesantes se reducen al mínimo. Pero cuando encuentras uno, por muy breve que sea, aunque no lo haya escrito esa persona, aunque sea un vídeo, un fragmento de una película o de una canción, te das cuenta de que merece la pena.
Ver que la juventud no se resume en un puñado de cuerpos con reacciones químicas y hormonas sino que, de vez en cuando, esas reacciones son realmente interesantes… que son capaces de emocionarte a ti, que no tienes nada que ver con el texto que te da la bienvenida desde la página principal. Y te emocionas. Te emocionas tú, que eres de ese 40% que no cree en los tests que te dicen cómo eres porque tu animal favorito es un gato, un perro o un tucán.
Te fijas en que hay gente que sí, que somos de la generación “nini” y que igual no tienen ninguna afición en esta vida, pero que por lo menos siente y padece y te da la sensación de que vive enamorada del amor y la vida. Y que se emociona. Y te hace pensar con textos románticos o hechos para disfrutar de sus 3 líneas de contenido.
Y llega el momento. Ves un haz de luz en toda la oscuridad que antes había sobre los jóvenes de hoy. Ya no son todo banalidades, “te quieros” sin sentido, amores que nunca lo fueron y amistades de un cuarto de hora. Ahora hay luz. Un rayito de esperanza que nunca creíste posible. Porque ya no es todo vacío. Ahí descubres gente que de verdad merece la pena. Que tiene inquietudes. Que no son de piedra.
Sonríes. No estás sola, ¡hay gente en medio de esta sociedad superficial que podría comprender tu sonrisa de por las mañanas cuando todo va mal! Y es una sensación que te encanta. Al fin y al cabo <<siempre quedarán justos en Sodoma>>. No todo está perdido.

martes, 25 de enero de 2011

Por eso.

Ella se rie, pero yo la ignoro y sigo con mi exposición. Trato de explicarla que yo no soy como ella. Que la envidio, pero que no soy ninguna femme fatale… y mira que he leído libros y escuchado canciones de hombres que lloran a mujeres terribles pero es que no… ni con esas…
¡Claro que hay dias que me levanto de guapo subido y optimista y me digo a mí misma que hoy toca agarrar al toro por los cuernos y ponerle los puntos sobre las íes a ese capullo que no se merece un minuto de mi tiempo! Pero no son más que momentos aislados.
Ella sigue sin entenderlo y yo trato de explicarselo… sin éxito. Yo no soy de esas chicas que intimidan, pero tampoco soy de esas que sólo sirven para una noche. Yo enamoro: o sí o no, pero no tengo medias tintas. Y precisamente porque soy una persona extremista, no tengo ese par de cojones para dejar las cosas claras.

lunes, 24 de enero de 2011

Sentir sólo es eso

No quiero ni tu cariño, ni el de otros, ni el de nadie. Me quiero a mí.
Quiero perder el tiempo, mi tiempo, porque por algo es mío.
Y quiero subirme a un autobús, a una de esas líneas raras que no llevan a ninguna parte y perderme un rato. No encontrar el camino de vuelta a casa. Reanudar esos paseos sola por la playa… hasta que no salgan ni aliento ni palabras de mi boca. Quiero andar hasta caer rendida en un banco, y no tener fuerzas ni para llorar. Ni para desahogarme.
Y olvidarme de todo. Olvidarme de los estudios, de la familia, de los agobios, de los amigos. De todo lo relacionado contigo y con el resto del mundo.
Y, cuando pueda, empezar de cero. Y enamorarme…o no, o sólo encontrar a una persona a la que me apetezca dar cariño y de la que quiera recibirlo, porque creo que ya va siendo hora de que aquí las cosas empiecen a funcionar.